Un día en Marsella; La mezcla perfecta del Mediterráneo

marsella

Uno de los recuerdos más fuertes de un viaje está en la mezcla de colores y olores cuando llegas a un sitio nuevo. A 500 kilómetros exactos desde Barcelona encontramos a Marsella. El puerto comercial más importante del Mediterráneo, que esconde entre sus calles y callejones un tesoro gastronómico de sabores, olores, colores y sensaciones increíbles. Tenemos que decir que Marsella no es la típica ciudad de Francia y justo este es su gran encanto.

La hemos visitado por un día, a pesar del cielo nublado, nos ha reservado muchas emociones. Caminando hacia la abadía de San Victoire, nos encontramos en la primera parada obligatoria la panadería más antigua de la ciudad, “el Four des Navettes”. Una panadería de hace 232 años donde el olor de azahar mezclado con la lavanda te lleva a otro siglo. Aquí encontrareis las famosas galletas en forma de barco, “les Navettes” que, obviamente, tenéis que probar.

mercado especias

Recorriendo todo el puerto entre los olores del mar, el famoso pastís, el bouillabaise y los jabones, hacia la fortaleza de Saint Jean encontramos la tranquilidad del agua donde hay un perfecto encuentro entre lo antiguo y lo moderno, con la construcción del museo “Mucem”. Aquí podéis hacer una pausa a base de ostras y cava mirando el mar entre la tela de hierro típica del arquitectura de este edificio. Luego seguimos por el centro comercial, momento compras de jabones, quesos, especias, harinas y ropa de tiendas y diseñadores franceses. Un continuo encuentro entre Francia, Mediterráneo, Provenza y Medio Oriente.

Tambien probamos un riquísimo cous cous en un típico lugar árabe por Noailles, un barrio muy popular donde hay una mezcla increíble de culturas y sabores, también encontrareis un enorme mercado en este barrio y que tenéis que visitar. Podéis visitar la tienda de utensilios de cocina y herramientas para todos los amantes de la cocina , “la Maison Empereur”.

croissant

Seguimos por el “Panier”, un barrio antiguo de la ciudad con muchos restaurantes y bares característicos, donde disfrutamos de un “Pastís”, la famosa bebida marsellesa. Si seguimos hacia la “Plane”, una plaza con diversidad de bares y lugares, nos paramos en un rincón muy conocido por la gente de la ciudad, el “chez Gilda”, 3 metros cuadrados donde se mezcla el olor de las gambas, al pastis, y de la sopa thai, al estilo muy provenzal.

Cansados, terminamos nuestro día intenso en un típico restaurante francés, con platos típicos del sur oeste y vascos, “Les Foulards Rouges”.

Si vais por mas días a la ciudad podréis ver los panoramas espectaculares y las visitas a la iglesia de Notre Dame de la Gare en el punto más alto de la ciudad, la isla de Frioul justo en frente, les Calanques una especie de rías o fiordos pequeños y mucho más.

Y así termina nuestro recorrido por un día en Marsella, recorriendo nuevos sabores y culturas! Pero si no puedes ir a Marsella y te apetece vivir una experiencia con sabores del mediterráneo en tu propia casa, escoge el menú que más os guste y disfruta de un viaje inolvidable con Chef a domicilio!