Lyon , secretos gastronómicos escondidos entre los dos ríos!

La tercera ciudad más poblada de Francia, no nos pareció que así fuera. Nos encantó su atmosfera mágica, sus rincones románticos y sus lugares íntimos y cuidados con todos los detalles.

Situada en la región de Rhône-Alpes, hemos pasado un agradable fin de semana, con un tiempo cálido y largas noches, en una ciudad con una buena energía. De buena mañana, amanecimos con un buen desayuno de deliciosos croissants y pain au chocolate, paseando por la zona del Opera, la Place des Terreaux, donde pudimos observar el Ayuntamiento y el Museo de Bellas Artes. Después, nos perdimos entre las preciosas calles de la vieux Lyon, el centro histórico de la ciudad. Desde este punto, se puede coger un funicular que lleva a la Fourvière, o bien ir caminando subiendo la colina en la que se encuentra la Basílica de Notre Dame de Fourvière, una iglesia espectacular, un mirador con una vista maravillosa de toda la ciudad y además, el Anfiteatro Romano, ahora utilizado como teatro, muy bien conservado.

Bajando a la ciudad, parada obligatoria para comer o cenar en uno de los tantos bouchons de la ciudad, restaurantes típicos de cocina lyonese. Para los amantes de los vinos, no os podéis olvidar que estamos en una región con productos deliciosos, como el Beaujolais y el Côte du Rhône. En muchos puntos de la ciudad se pueden alquilar bicicletas, que permite disfrutar de la belleza de los ríos (Saône y Rhône) que rodean la ciudad, pasando por el barrio artístico y hípster de la Croix Rousse hasta llegar al parque de la Tête d'Or, uno de los más grandes de Europa, donde puedes parar y relajarte y hacer un excelente en una atmosfera tranquila.

Además, merece la pena una visita a uno de los mercados gastronómicos de la ciudad. Nuestra elección fue el cubierto Paul Bocuse Les Halles, donde degustamos quesos, pescado marinado, vinos y quenelles (croquetas de pasta choux), todo de proximidad.

También, está el de Saint-Antoine, a la orilla del rio, uno de los más conocidos de la ciudad, con muchísimos productos frescos y platos take away para comer al aire libre. No os perdéis la visita a alguno de los traboules, pasadizos ocultos detrás de los portones de la casa, a veces tan largos que salen en otra calle. Entre museos, espectáculos culturales, gastronomía y ‘bon vivre', no hay escusas para perderse en esta ciudad encantadora.

Y si quieres viajar sin salir de casa, no te pierdas un viajes gastronómico con nosotros, escoge un menú entre los mejores chefs de la ciudad, y disfrútalo en casa!;